

Con grandes esperanzas y mucha fuerza espiritual se inician en 1962 las actividades académicas del Jardín de Infantes Cinderella con sus seis pequeños alumnos.
Desde el primer día nuestro lema esencial ha sido formar buenas personas educándolas para que conserven los mismos valores a lo largo de su existencia: vivir con amor respetando a los demás, trabajando con creatividad y profesionalismo en todo lo que emprendan. Buscamos así, estar presentes junto a las familias en la educación de sus hijos, compartiendo la responsabilidad de construir su futuro.
Nuestra enseñanza, dirigida a niños entre dos y cinco años, se basó desde un comienzo en el estímulo de su creatividad e imaginación, brindándoles un ambiente de respeto y generosidad. En armonía con los valores cristianos, se han tenido siempre en cuenta las características de cada niño, ofreciéndoles un espacio de juego en el que puedan expresarse, aprender y crecer.
Ya por el año 1964 la presidenta de la Asociación El Centavo "Ana Ocantos" nos pidió trasladar nuestro Jardín Cinderella dentro del edificio de su sede central, lugar que aún hoy seguimos ocupando. Es por ese motivo que nos llaman Cinderella-El Centavo.
Con el correr del tiempo se fueron agregando asignaturas, como la enseñanza del idioma inglés, laboratorio, equipo de orientación pedagógica, paseos, visitas a museos, teatros y talleres.
A lo largo de todos estos años nuestro crecimiento ha sido el fruto de la suma de los talentos y esfuerzos de nuestras maestras y directoras aunados en una meta en común: siempre buscar la vanguardia en valores humanos y académicos. Anécdotas e historias, pequeñas y grandes, se conforman en nuestra memoria brindando así un marco de tradición en el que se apoyan las presentes generaciones.
Con un equipo directivo sólido y unido creemos lograr así una amplia educación inicial bilingüe de alto nivel académico para que sus primeros pasos sean firmes y permitan construir cimientos capaces de sustentar grandes vidas.